sábado, 16 de noviembre de 2013

HISTORIA DE QUENIQUEA



Historia
      En octubre de 1991 se realizaron investigaciones arqueologías por parte del Departamento de Antropología del Estado Táchira, en la aldea Colinas de Queniquea, donde se localizó un yacimiento de 5.5 ha. en el cuál se podía observar una aldea prehispánica en su configuración total, conformada por 30 terrazas alineadas horizontal y verticalmente determinando sus orígenes en 300 años a.C.. En las investigaciones se observó un grado de desarrollo cultural tecnológico insospechado para esa época, debido a la construcción de las terrazas, los muros de contención en forma ovalada, reforzados por hileras de piedra, viviendas en forma circular, residuos de madera de postes de las viviendas, caminarías de piedras naturales que quizás adaptaron para facilitar el ascenso y descenso de sus pobladores, al igual como desagües de las corrientes de agua para la época de lluvias; también por la tradición en cerámica usada como tiestos, manos de moler, vasijas de forma y decoración variada, martillos, piedras semitrabajadas en forma de puntas, hachas, piedras de moler, carrete de piedra, punta de lanza, pulidores, lajas pulidas, lascas, Cuarzo blanco con cortes, Granito, restos óseos (Fémur, Dientes de leche, molares), cuentas de azabache, cuentas de hueso cóncavas, que utilizaban en sus actividades cotidianas.

     Se considera que la población que habitaba la aldea era de posiblemente 150 habitantes, y se consideró como la civilización KENIKE. Se afirma que no se sabe de la existencia en ninguna parte de Venezuela una concentración similar de terrazas como las halladas en la aldea de Colinas de Queniquea, por lo que se considera que es la primera evidencia de un pueblo prehispánico en el país.

      Grandes estudiosos como Julio C. Salas y Alfredo Jahn, por mencionar algunos han dado hipótesis a los primeros asentamientos indígenas del Táchira, dando a la región de Queniquea la cuna de la civilización Kenike. Don Tulio Febres Cordero es más explícito y señala que todas estas tribus estaban asociadas a “la vasta población indígena que tenía su centro principal en la altiplanicie de Cundinamarca, asiento de los Muiscas, cuyo imperio ocupa el tercer lugar en el orden jerárquico de la antigua civilización del nuevo mundo”. Y, más recientemente la arqueóloga Reina Durán ha señalado que en Queniquea, en la aldea Machado se encuentra el Machu Picchu tachirense. Lo cierto es que el nombre de Queniquea pervive, y es un nombre indígena y que ya Don Tulio Febres Cordero señala en su lista de poblaciones indígenas del Táchira. La arqueóloga Reina Duran en una clasificación muy interesante que hace sobre las poblaciones indígenas señaló que “los quiniqueos” pertenecen a la familia Aruaca.

     En ese periodo histórico que se pierde en el tiempo, los indígenas denominados Queniques, vivían de la tranquilidad, sembrando el campo, adorando a sus deidades, hasta que un día el dios del Trueno les envió aquellos seres vestidos de metal. Esto sucedía el día que Juan de Maldonado cruza la ciudad del Espíritu Santo (La Grita) y dirigiéndose a la derecha llega a un Valle, el cual bautizara como Valle del Espíritu Santo (donde hoy se asienta San José de Bolívar) habitado por una aldea de nombre Babuquena, esto ocurría el 24 de mayo de 1561, allí Maldonado pernotaría con sus hombres aquella noche, como señala en sus Crónicas Fray Pedro de Aguado. Al día siguiente, Juan de Maldonado se dirige a otra meseta, donde encuentra otra aldea con los indios Queniques, es así como Juan de Maldonado descubre Queniquea el 25 de mayo de 1561. Juan de Maldonado y sus acompañantes debieron quedar admirados ante la belleza de estos paisajes, ya para 1601 el Juez Pedro de Sandes mandaría a construir un Monasterio en el Valle del Espíritu Santo a donde acudirían los indios del Capitán Gabriel de Anguieta del pueblo de Queniquea.

     Al leerse con detenimiento las Crónicas de Aguado observamos y sentimos la travesía de Maldonado por el Páramo de la Cimarronera hasta llegar al Valle del Espíritu Santo y luego llegar a la Meseta de Queniquea. Señala Aguado que allí habían dos pueblos “Sunesua” y “Quenega”, Coincidencia o no, Quenega y Queniquea tienes mucha relación. Por lo tanto Maldonado entraría a la Meseta de Queniquea el 25 de mayo de 1561.

      Luego de su estadía en Queniquea, Maldonado continuaría su travesía hacia el Páramo del Zumbador y de allí a San Cristobal. Más adelante el 8 de agosto de 1581 a Baltasar de Artiga le es dado como recompensa el pueblo de Queniquea por el Cabildo de La Grita. En ese intercambio de tierras Baltasar de Artiga entrega treinta indios de Queniquea y su poblado al Cabildo, que luego fueron dados al Capitán Gabriel de Anguieta.

      Ya para 1601, los colonos se habían repartidos los pueblos e indios. Sigue en esta historia tan interesante otro nombre de un encomendero, y es para 1631 que los indios Queniqueas que fueron antes de Gabriel de Anguieta, después de la mujer de éste, serán entregados a Don Juan Méndez y Miranda, Procurador General del Cabildo de La Grita. Se pagó por el pueblo de Queniquea en 1631: 13 patacones y 6 reales y medio por el tributo. La encomienda tenía 15 personas en total y su cacique se nombraba Mateo. Este Mateo es el primer queniqueo que se nombra en las Crónicas de Indias.

     La historia - según Lucas Castillo - señala que Mateo, Cacique de los Queniqueas, respondió con franqueza al Cabildo que en la estancia de dos leguas de la población de Queniquea se sembraba algodón, maíz y trigo. El papel jugado por la iglesia católica en la formación de la sociedad queniquea después del periodo indígena es fundamental, desde los primeros curas doctrineros venidos junto con los conquistadores a fundar pueblos a comienzos del siglo XVI, hasta la creación del poblado en 1817, esto ha sido de primera importancia. La Iglesia fue un factor determinante en el desarrollo de la educación, la política, la economía y la formación espiritual de los habitantes de Queniquea, y por tal razón debemos mencionar algunos hechos, aunque sea de manera breve sobre la evolución de la iglesia queniquense. La historia de la evolución religiosa está muy ligada también a la historia del pueblo.

      En 1628 pasan por Mérida los primeros Jesuitas y Franciscanos, provenientes del Nuevo Reino de Granada y la Ciudad de León, con destino hacia Caracas. Al encontrarse con un mundo ideal para el recogimiento espiritual y el estudio, con montañas coronadas de cumbres altas cubiertas de nieve, bosques poblados de árboles de todo tipo y huertas feraces y campos de cultivo donde la naturaleza se derramaba en abundancia de frutos y flores, deciden quedarse en estos lugares. Muchos de estos monjes Franciscanos y Jesuitas se internaron montaña adentro con los colonos en la formación de nuevos poblados. Los Jesuitas, Dominicos y Franciscanos, aparte de sus ocupaciones de tipo espiritual tenían un sentido muy desarrollado para las actividades productivas: desarrollaron una red comercial y agrícola muy vasta con haciendas de cacao en el Puerto de Gibraltar en Maracaibo, caña en Mérida, tabaco en Barinas y otros productos. En la ciudad de Mérida contribuyeron mucho a la educación al fundar el primer colegio bajo el nombre de San Francisco Javier.
En 1778 se crea la Diócesis de Mérida de Maracaibo, mediante una Bula del Papa Pío VI, siendo el primer obispo Fray Juan Ramos de Lora de la orden Franciscana. Desde su llegada a Mérida, despliega una gran actividad civilizadora, con la erección de la Catedral, El Palacio Episcopal y un seminario para formar nuevos sacerdotes, y sobre todo la catequización para los Andes, en ello estaba el Táchira.

     Señala Lucas Castillo Lara que en la visita pastoral de 1805 hecha a La Grita, el Obispo Hernández Milanés traslada de Bailadores al Río Bobo al Padre Casimiro Mora, donde debía encargarse de una Capilla o Monasterio que estaba en ruinas en el Valle del Espíritu Santo, Monasterio hecho por los franciscanos en el año de 1631.
El 7 de octubre de 1808 el Padre Casimiro Mora, funda en la meseta de los indígenas Queniques al pueblo de Queniquea, y ya para 1810 el Padre Mora se encuentra en Queniquea levantando otra iglesia junto a los vecinos José María Roa, Cecilio Pérez, Isidro González, Jacinto Ramírez, Rafael Ramírez, Feliciano Pulido, Joaquín de la Rosa Pulido, José Florentino Pulido, Luís Antonio Moreno y Antonio Bernabé Vivas. Lo cierto es que para 1816 vuelve el Padre Mora a Queniquea y se encuentra con desavenencias entre sus pobladores, unos quieren al Padre Mora como sacerdote, mientras que otros piensan en un cura de raíces queniqueas para la fundación del pueblo, entre los que representan este nuevo proyecto aparece Don Venancio Escalante, Enrique Roa, Antonio María Contreras, José María Morales y Manuel Sánchez. El padre Mora había restaurado el Monasterio del Río Bobo en 1806, pero los queniqueos que tenían mayoría de votos, pidieron que se trasladase a Queniquea la iglesia del Río Bobo y para ello ofrecen donar nueve cuadras de tierra para la nueva iglesia. En estas discusiones los de Queniquea querían como párroco al padre Pablo Antonio Morales, cuyos antecesores eran de los primeros fundadores de Queniquea. Esta solicitud es dirigida al Obispo por intermedio del Vicario Fernando José García]. Desde Maracaibo, el 21 de diciembre de 1817, el Obispo decreta la traslación de la Capilla de Río Bobo a Queniquea, convertida desde ese día en Vice-parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Queniquea.





 



PERSONAJES ILUSTRES


Personajes Ilustres
  • Diógenes Escalante (1879-1964), Político y Diplomático.
     
     Eleazar López Contreras (1883-1973), Militar y Político venezolano, 31º Presidente de Venezuela (1935-1941).


     









    Mons. José León Rojas Chaparro (1917-1982), 2º Obispo de la Diócesis de Trujillo
  • Luisa Elena Contreras Mattera (1922-2006), Primera mujer piloto acrobática graduada en Venezuela en el año 1943. Previa a Luisa Elena, ya se habían graduados 2 venezolanas pero en el exterior, que fueron, Ana Branger, graduada en Francia y Marie Calcaño en U.S.A., ellas murieron antes que Luisa, Marie 1ro. y luego Ana B.4



  • Edilberto Escalante (1922-1996), Gobernador del Estado Táchira (1960-1963), y Ministro de Justicia (1970-1974).


     
  • Mons. Jorge Anibal Quintero Chacón, Nació el 21 de Julio de 1956 (57años), Nombrado Quinto Obispo de la Diócesis de Margarita.


QUENIQUEA


      Queniquea es la capital del municipio Sucre, ubicado en el Estado Táchira en Venezuela. En ella se encuentra ubicada la sede de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Sucre, la junta parroquial, la delegación municipal, casa de la cultura Mons. José León Rojas Chaparro, museo Eleazar López Contreras, emisora Dinámica 88.9 FM, Biblioteca Municipal y Biblioteca Estadal, infocentro, complejo deportivo Gral. Tulio Misael Pernía, Parroquia Eclesial Nuestra Señora Del Rosario, espacios públicos, también cuenta con un comando policial, y sede de un destacamento de la Guardia Nacional de Venezuela. Además cuenta con oficinas de los principales servicios públicos como CORPOELEC, Bicentenario Banco Universal, Ipostel, sede del Registro civil y subalterno, sede del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, sede del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, sede del CNE, sede de la PACCA Queniquea, cuenta con un ambulatorio rural tipo II y un CDI. En educación cuenta con un liceo público (U.E. Don Simón Rodríguez) y dos escuelas de educación básica (Escuela Nacional Bolivariana Mons. Juan Bautista Castro y la Escuela Estadal Ner. 580 Las Delicias